Marco Valderrama advierte maniobras políticas detrás del proyecto del gasoducto y exclusión de Puno


Marco Valderrama
Marco Valderrama

Critica desigualdad en precios del gas natural y acusa a transnacionales y centralismo limeño de bloquear el desarrollo energético en regiones altoandinas como Puno.

El exconsejero regional y actual director de la revista Reporte, Marco Valderrama, advirtió que el debate sobre la expansión del gasoducto y el uso del gas natural responde a intereses políticos y económicos que históricamente han perjudicado a regiones como Puno.

En entrevista, con Radio Onda Azul, enfatizó que mientras el gas natural de Camisea se vende al extranjero a precios bajos, en regiones como Puno se comercializa hasta siete veces más caro, el galón se vende a 12 soles fuera, pero a 80 en Puno, esa desigualdad es inaceptable”, criticó.

Además, alertó que el nuevo proyecto legislativo para abrir zonas reservadas como Tambopata a la explotación gasífera tiene “nombre propio” y favorecería directamente a transnacionales, mientras se ignora el justo reclamo de las zonas altoandinas que llevan décadas exigiendo que el gasoducto pase por sus territorios.

“El gas natural podría cambiar la vida de miles en zonas donde aún se cocina con leña y bosta. Pero una vez más, se impone el lobby y el centralismo limeño, nos quieren callar con falsas promesas”, afirmó.

Recordó que desde el año 2004, los estudios ya señalaban reservas gasíferas en Tambopata, pero fueron bloqueadas por presiones ambientales extranjeras. Hoy, dos décadas después, el debate resurge, pero sin asegurar el acceso real para los puneños.

En este sentido, criticó duramente la posición pasiva del actual gobierno regional y recordó que en el pasado incluso se perdió el trazado original de la Interoceánica, que debía pasar por Puno, por falta de gestión política.

Finalmente, propuso una estrategia en tres fases, las mismas que serían el de garantizar el acceso al gas en viviendas y pequeños negocios, luego impulsar una industrialización a pequeña escala, y finalmente proyectarse hacia un desarrollo energético e industrial de gran alcance, “Puno ni siquiera consume el 1% del gas nacional. Debemos reclamar lo que nos corresponde. Este no es un favor, es un derecho”, puntualizó.