La presidenta arremete contra congresistas que buscan una nueva Constitución y menciona a Cuba, Venezuela y Bolivia en un discurso tenso y desbordado de confrontación política
En un giro inesperado durante su mensaje a la Nación, la presidenta Dina Boluarte no solo defendió su gestión, sino que aprovechó la ocasión para lanzar ataques directos contra congresistas que impulsan la creación de una nueva Constitución, calificándolos de «traidores a la patria».
A pesar de que este tipo de declaraciones no formaba parte de su discurso original, Boluarte modificó su intervención para responder a las críticas que provienen principalmente de la bancada de izquierda. En su arremetida, la mandataria argumentó que las críticas hacia su gobierno surgieron por su decisión de «preservar la democracia, la libertad, la propiedad, el respeto a los derechos humanos y las instituciones democráticas», lo cual, según ella, molestó a quienes buscan un cambio constitucional.
“¿Qué hubiera sucedido si no hubiera asumido el Gobierno y no hubiera actuado, actuando con absoluto respeto al orden democrático y a la institucionalidad?”, se preguntó la presidenta, y respondió de forma tajante: “El país estaría sumido en un indeseado vacío de poder con graves consecuencias: elecciones en medio de la violencia y un poder autoritario e improvisado para supuestamente elaborar una nueva constitución”. Ante este escenario hipotético, Boluarte no dudó en señalar que esa situación era solo un “pretexto de los que son traidores a la patria”.
Las declaraciones de la mandataria, lejos de apaciguar los ánimos en el Congreso, encendieron aún más los enfrentamientos dentro del Hemiciclo. Los congresistas de izquierda reaccionaron airadamente, mientras que los parlamentarios de derecha aplaudieron y respaldaron el mensaje, mostrando la división política que se vive en el país. El presidente del Congreso, José Jerí, intentó calmar los ánimos, pidiendo a los legisladores que mantuvieran la calma durante el discurso.
Sin embargo, el ataque de Boluarte no terminó ahí. La presidenta, en un nuevo deslizamiento fuera del libreto, se permitió incluir en su discurso una referencia directa a países como Cuba, Venezuela y Bolivia, acusándolos de ser ejemplos de lo que Perú podría llegar a ser si se permitiera la creación de una nueva constitución. Boluarte los calificó como “parias internacionales”, afirmando que un país como el nuestro, sin inversiones, sin obras ejecutadas, con mayor pobreza y en camino de convertirse en un “país fallido”, seguiría el ejemplo de estas naciones.
“Un país sin inversiones, sin obras ejecutadas, con mayor pobreza, camino a convertirnos en un país fallido [como Cuba, como Venezuela, como Bolivia y otros tantos más], es decir, una paria internacional”, agregó en su discurso.
Este giro, que no estaba previsto en el texto oficial, provocó un ambiente aún más tenso en el Congreso, dejando claro que el tema de la nueva constitución sigue siendo uno de los puntos más conflictivos en la política peruana. A medida que la presidenta se enfrenta a un Congreso dividido, su discurso se ha convertido en una herramienta de confrontación abierta con aquellos que piden reformas profundas al orden constitucional.
Las reacciones a esta intervención no tardaron en llegar. Si bien muchos de los congresistas de izquierda expresaron su descontento por lo que consideraron una descalificación de su lucha, los sectores más conservadores aplaudieron la firmeza de Boluarte en la defensa de lo que consideran los valores democráticos de la nación.
¿Será esta una estrategia para consolidar su base de apoyo, o la presidenta se está alejando cada vez más de las posibles soluciones para la crisis política del país? Las tensiones en el Congreso y en la calle aumentan, y las respuestas del Ejecutivo parecen cada vez más polarizadas.