La Corte de Ucayali confirmó la condena contra cuatro acusados por el asesinato de Edwin Chota y otros tres defensores ashaninkas en 2014, además de fijar una reparación civil de S/ 400 000.
El Poder Judicial, a través de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, ratificó la sentencia de 28 años y tres meses de prisión efectiva contra Hugo Soria Flores y José Estrada Huayta, por homicidio calificado en calidad de autores mediatos, así como contra los hermanos Josimar y Segundo Atachi Félix, como coautores del crimen. Esta decisión también establece una reparación civil de S/ 400 000 (S/ 100 000 por cada familia de las cuatro víctimas: Edwin Chota Valera, Francisco Pinedo Ramírez, Jorge Ríos Pérez y Leoncio Quintisima Meléndez).
Los hechos que motivaron el fallo ocurrieron el 1 de septiembre de 2014, cuando los líderes indígenas fueron emboscados y asesinados por taladores vinculados al tráfico de madera ilegal mientras buscaban reunirse con comunidades brasileñas para avanzar en la titulación de sus tierras. Después de un prolongado y complejo proceso judicial—que incluyó apelaciones, la anulación de una primera sentencia en 2023, y un nuevo juicio oral iniciado ese mismo año—la resolución actual representa una condena firme, a excepción de Eurico Mapes Gómez, quien permanece prófugo y declarado en rebeldía.
La ratificación de esta condena es un paso significativo en la lucha contra la impunidad por crímenes cometidos contra defensores indígenas y del medio ambiente. Organizaciones y familiares de las víctimas recibieron con esperanza el fallo, aunque también aún persiste el debate sobre el alcance de la pena y la reparación. Tanto la Fiscalía como las familias habían solicitado elevar la condena a 35 años y aumentar la indemnización a S/ 250 000 por cada víctima, mientras que la defensa de los acusados solicitó la nulidad del veredicto.