Mujeres de hasta 82 años aprenden panadería y pastelería en el CEPRO de Pilcuyo, demostrando que nunca es tarde para emprender y salir adelante con esfuerzo y dedicación
La educación no tiene edad, y un claro ejemplo son las señoras de 50, 70 y hasta 80 años que vienen estudiando con entusiasmo la especialidad de panadería y pastelería en el Centro de Educación Técnico-Productiva (CEPRO) de Pilcuyo.
Con el apoyo del corresponsal de Radio Onda Azul, Jaime Muñiz, quien facilitó la comunicación en idioma aymara, se recogieron los testimonios de estas mujeres que, lejos de rendirse ante las adversidades, buscan salir adelante mediante el aprendizaje y el emprendimiento.
Ana Luisa Paredes, docente del CEPRO Pilcuyo, explicó que la formación está organizada en cuatro módulos las cuales son la panadería y pastelería, decoración de tortas, panadería salada y panadería dulce, las mismas que se van reforzando de la parte teórica para promover que estos conocimientos se conviertan en oportunidades de negocio.
Durante la visita a los talleres, las estudiantes compartieron su emoción por aprender el arte de la panificación. Entre ellas destaca el caso de doña Soraida, de 82 años, quien cada semana asiste puntual a sus clases, elabora tortas y panes, y se lleva a casa orgullosa sus productos.
También destaco a las estudiantes Inés, Carmen, Elsa y Reina quienes vienen aprendiendo sobre la elaboración del pan y otros productos de la panadería que ya vienen ofreciendo sus productos en diferentes calles de este distrito.
“Ellas ya están insertándose en el mercado, venden sus productos los domingos y buscan mejorar sus ingresos. Lo importante aquí es que ellas quieren aprender y la edad no ha sido un impedimento para que ahora tengan otras oportunidades laborales”, enfatizó.