Las protestas en Ecuador se agudizan por la eliminación de subsidios y tensiones políticas, advierte coordinador general de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular.
El Ecuador atraviesa una de sus coyunturas más complejas de los últimos años. José Fernando López Forero, coordinador general de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER), explicó a Radio Onda Azul que las recientes protestas en el país responden a una acumulación de problemas sociales y económicos derivados de políticas que han debilitado la salud, la educación y los servicios públicos. A ello se suma la creciente presencia del crimen organizado y el incumplimiento de promesas de campaña del actual presidente Daniel Noboa, entre ellas, mantener los subsidios al diésel.
La eliminación del subsidio al combustible ha sido el detonante principal de las movilizaciones que, desde hace más de dos semanas, mantienen bloqueadas varias carreteras. Según López Forero, el incremento del precio del diésel ha afectado especialmente al sector agrícola y a las zonas rurales, generando un encarecimiento generalizado de productos básicos. Esta medida, sumada al aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y al contexto de inseguridad, ha profundizado el descontento ciudadano.
A las protestas sociales se añade un nuevo foco de tensión entre el Ejecutivo y la Corte Constitucional, luego de que el presidente Noboa convocara sin dictamen previo una consulta popular para instalar una asamblea constituyente. Diversos sectores, entre ellos la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), han rechazado la iniciativa y denunciado que el gobierno busca modificar la actual Constitución, considerada una de las más garantistas de derechos en la región. Paralelamente, organizaciones sociales han denunciado actos de represión militar durante las manifestaciones, que ya han dejado víctimas en varias provincias.
El reciente ataque al convoy presidencial en medio de las protestas evidencia la creciente polarización en Ecuador. López Forero advirtió que, si no se abre un canal de diálogo entre el gobierno y los sectores sociales, el país podría ingresar a una etapa de mayor convulsión y radicalización. “Lo que se necesita ahora es confianza y voluntad política para encontrar caminos de acuerdo”, enfatizó, subrayando que la crisis ecuatoriana refleja también tensiones geopolíticas más amplias que impactan en toda la región.