Crónica: “Levantamiento de la Generación Z, la juventud que desafía el silencio en el Perú”


Protestas en Perú

Responsable: Nahomi Huallpa Arbito

El pasado 20 de septiembre de 2025, miles de jóvenes salieron a las calles de Lima, Arequipa, Cusco y Puno, en lo que fue llamado por los medios como “El levantamiento de la Generación Z”. Las protestas surgieron tras el anuncio de una reforma del sistema de pensiones que, según los manifestantes, perjudicaba a los trabajadores jóvenes. Sin embargo, la verdadera causa iba más allá: era un grito acumulado contra la corrupción, la precariedad laboral y la falta de oportunidades. Durante la jornada, se registraron enfrentamientos con la Policía Nacional, gases lacrimógenos y decenas de heridos.

Con el paso de los días, las movilizaciones se extendieron a diversas regiones del país. El 24 de septiembre, colectivos juveniles de universidades públicas y privadas se unieron en un paro simbólico, marchando con pancartas, banderas y símbolos inspirados en el anime One Piece, donde la calavera con sombrero de paja se convirtió en emblema de resistencia. En redes sociales, el hashtag #GeneraciónZEnMarcha se viralizó, mostrando la organización espontánea y digital de una generación que creció conectada, pero que ahora exigía ser escuchada en las calles. Las autoridades respondieron con llamados al orden, aunque para los jóvenes, ese orden ya no representaba justicia.

El 27 de septiembre, la presidenta Dina Boluarte ofreció un mensaje a la nación, señalando que respetaba el derecho a la protesta, pero advirtiendo que no toleraría actos de violencia. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos denunciaron el uso excesivo de la fuerza y la detención arbitraria de estudiantes. En Juliaca y Cusco, las movilizaciones se tornaron más intensas, reflejando el hartazgo de una juventud que, entre la desconfianza y la esperanza, busca redefinir el rumbo del país. Para muchos analistas, el levantamiento de la Generación Z no fue solo una protesta: fue el inicio de una nueva conciencia política en el Perú.

El 10 de octubre, diversas universidades e institutos de Lima y regiones anunciaron la suspensión de clases presenciales ante el paro nacional convocado para el 15 de octubre, liderado por los universitarios y colectivos de la Generación Z. Según reportó un medio de comunicación nacional, la movilización busca denunciar la corrupción, la inseguridad y la falta de liderazgo político, y exigir que el Congreso ceda el poder a un liderazgo independiente. Los nombres de Susel Paredes, Flor Pablo y Ruth Luque resuenan entre los estudiantes como posibles figuras éticas capaces de encabezar una transición política más justa y transparente.

A días de la gran movilización, el mensaje de esta generación continúa encendiendo esperanza. Las calles pueden vaciarse, pero su voz no. La Generación Z ha demostrado que la juventud peruana no es indiferente ni apática, sino crítica, creativa y decidida a cambiar su historia. Desde las aulas, las redes y las plazas, ellos gritan que otro Perú es posible, uno donde la ética y la justicia no sean solo palabras, sino futuro.