Cuatro sicarios interceptaron a su víctima en pleno centro de la ciudad. La Policía investiga un presunto ajuste de cuentas
Un nuevo hecho de sangre conmocionó la tarde de este lunes a los vecinos del jirón Tumbes, cuadra 17, en la ciudad de Juliaca, donde un joven identificado como Wilmer Aroquipa, de 23 años, fue asesinado a balazos cuando conducía un vehículo.
El ataque, según los testigos, fue perpetrado por cuatro sujetos a bordo de dos motocicletas lineales que interceptaron el auto y dispararon. El hecho ocurrió cerca de la intersección con el jirón Umachiri, alrededor de las 3:30 de la tarde, cuando el joven se desplazaba en un vehículo Toyota Yaris de color negro, con placa CJW-597.
Los atacantes lo habrían estado esperando en la esquina, mientras otros lo perseguían y, al tenerlo cerca, dispararon en repetidas ocasiones. En el lugar se hallaron 13 casquillos de bala.
Hasta el sitio llegaron los peritos de criminalística, efectivos de la Policía Nacional y representantes del Ministerio Público, quienes realizaron el levantamiento del cuerpo y recogieron los casquillos de bala para las investigaciones. Sin embargo, la demora del fiscal en llegar al lugar provocó el malestar de los familiares.
Los familiares de la víctima, visiblemente consternados, identificaron a Wilmer Aroquipa, quien se dedicaba al trabajo de chofer. Su madre, padre y hermanos llegaron hasta la escena del crimen; entre lágrimas, exigieron justicia por su muerte.
De acuerdo con las primeras hipótesis, se trataría de un presunto caso de sicariato o ajuste de cuentas, aunque no se descarta otra motivación.
