La dependencia financiera y la inestabilidad emocional afectan a toda la familia y limitan oportunidades de progreso
La coordinadora de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza en Puno, Hiliana Uribe Mendoza, alertó que el incremento de casos de violencia contra la mujer y el entorno familiar no solo afecta la convivencia, sino también la economía de los hogares y las posibilidades de desarrollo de las mujeres.
Explicó que en muchas familias de la región los ingresos ya no dependen únicamente del varón; hoy, las mujeres aportan a través de emprendimientos y trabajos independientes, contribuyendo activamente al presupuesto familiar. Sin embargo, en los hogares donde el sustento económico es exclusivamente masculino, la dependencia financiera aumenta la vulnerabilidad de las mujeres frente a situaciones de violencia.
“Cuando la mujer depende totalmente del ingreso del varón, queda sometida a esa economía, y esto afecta no solo a ella, sino también a los hijos y a la estabilidad emocional de toda la familia”, señaló, y agregó que los hechos de violencia generan reacciones diversas, incluso en los niños y adolescentes, lo que puede desencadenar nuevos episodios violentos dentro del hogar.
Destacó que diversas instituciones vienen impulsando el empoderamiento económico de la mujer, promoviendo emprendimientos que permitan autonomía y mejores oportunidades. No obstante, enfatizó que una mujer violentada difícilmente puede emprender o desarrollarse plenamente debido al miedo y al control que ejerce la pareja agresora.