Alerta sanitaria: Puno y Juliaca consumirían agua con metales pesados


Informes del Minsa y la ANA advierten grave riesgo para la salud mientras autoridades guardan silencio

Puno y Juliaca estarían consumiendo agua contaminada con más de diez tipos de metales pesados provenientes de las captaciones del río Willy y del río Coata, según informes del Ministerio de Salud (Minsa) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Así lo advirtió Félix Suasaca, coordinador regional de metales pesados en Puno, quien alertó que el río Willy presenta altos niveles de plomo, arsénico, mercurio y otros elementos altamente peligrosos para la salud humana.

La situación se agrava al confirmarse que las plantas de tratamiento de Aziruni y Seda Juliaca no cuentan con sistemas especializados para remover metales pesados del agua potable. En Juliaca, el abastecimiento proviene del río Coata, mientras que en Puno se capta agua del río Willy, ambas cuencas severamente afectadas por contaminación minera. “No vaya a ser que en dos o tres años tengamos una población con metales pesados en el cuerpo”, advirtió Suasaca, recordando que en la cuenca Coata la afectación supera el 85 %.

El informe oficial del Minsa señala que, de los 1 millón 200 mil habitantes de la región Puno, alrededor de 720 mil personas es decir, el 58 % están expuestas a contaminación por metales pesados. Sin embargo, esta información no estaría siendo difundida ni asumida con la seriedad que amerita por las autoridades competentes. Aunque existe una planta piloto de tratamiento en Coata, considerada la primera en la región, el propio coordinador fue enfático: “En la región Puno no existe una planta de tratamiento de agua para metales pesados”.

Desde una mirada crítica, resulta alarmante que, con informes técnicos del Minsa y la ANA sobre la mesa, no se hayan tomado acciones inmediatas para proteger a la población. El llamado es claro y urgente: implementar plantas de tratamiento especializadas y asumir responsabilidades frente a una contaminación que avanza silenciosamente, mientras Puno y Juliaca siguen consumiendo agua que podría estar comprometiendo seriamente su salud a mediano y largo plazo.