La falta de medidas de conservación y el impacto de lluvias, erosión y ocupación informal ponen en peligro tres sitios arqueológicos clave del país
Las Líneas y Geoglifos de Nasca, uno de los patrimonios arqueológicos más emblemáticos del Perú y reconocidos como Patrimonio Cultural de la Humanidad, enfrentan un escenario alarmante. Un reciente informe de la Contraloría General de la República (CGR) advierte que este sitio, junto con los Geoglifos de Taruga y el complejo arqueológico Los Paredones, se encuentra en una situación de “riesgo crítico” debido a la ausencia de medidas efectivas de conservación.
El documento, emitido el 12 de diciembre, señala que estos espacios presentan graves problemas como deterioro estructural, erosión por escorrentía, acumulación de sedimentos, crecimiento de vegetación no controlada y ocupación informal. Según la CGR, estas condiciones comprometen seriamente la integridad de los geoglifos y evidencian que las acciones de mantenimiento actuales son insuficientes para garantizar su preservación a mediano y largo plazo.
Durante inspecciones realizadas los días 2 y 3 de diciembre, la Contraloría identificó daños en diversas áreas de las Líneas y Geoglifos de Nasca, ocasionados principalmente por el flujo hídrico generado tras la activación de quebradas a raíz de lluvias intensas. La afectación alcanza tanto la zona del mirador turístico, ubicada en el distrito de Ingenio, como el área declarada Patrimonio de la Humanidad.
En el mirador, el geoglifo conocido como “La Raíz” y una figura trapezoidal muestran huellas visibles de erosión provocadas por la escorrentía. Además, un sobrevuelo de inspección permitió constatar que, si bien muchas figuras aún son reconocibles, algunas han sufrido daños parciales que han alterado la precisión de las líneas originales, borrando segmentos debido a la acción del agua.
La situación es igualmente preocupante en los Geoglifos de Taruga, donde la CGR detectó ocupación informal dentro del área intangible, incluyendo construcciones precarias, corrales de animales y zonas de cultivo. Aunque la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica, con apoyo policial, ejecutó acciones de desalojo y recuperación extrajudicial, aún permanecen algunas estructuras debido a la resistencia de pobladores, lo que mantiene la vulnerabilidad del sitio.
En el caso del sitio arqueológico Los Paredones, una visita realizada el 3 de diciembre evidenció un avanzado deterioro: muros con fisuras, bases erosionadas, secciones colapsadas y presencia de grafitis. La Contraloría también alertó sobre el riesgo de debilitamiento de las estructuras por lluvias anómalas, así como la ausencia de cerco perimétrico y vigilancia, lo que ha facilitado la acumulación de residuos y el tránsito de vehículos en zonas cercanas.
Respecto a la respuesta de las entidades responsables, el Sistema de Gestión de las Líneas y Geoglifos de Nasca atribuyó los daños a las precipitaciones registradas en febrero y reconoció la necesidad de acciones interinstitucionales. No obstante, la CGR señaló que dichas acciones han sido limitadas y que el Plan de Gestión existente no se ha implementado por falta de presupuesto exclusivo.
Finalmente, la Contraloría informó que comunicó esta situación al ministro de Cultura, Alfredo Luna, solicitándole que informe, en un plazo máximo de cinco días hábiles, las acciones preventivas o correctivas adoptadas o por adoptar para enfrentar esta grave amenaza al patrimonio cultural del país.