Durante la Fiesta de la Sagrada Familia, monseñor Jorge Pedro Carrión llamó a reencontrarse con el silencio y los valores del hogar
El obispo de la Diócesis de Puno, monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlish, celebró este domingo la Fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret. Durante su homilía, recordó que la madre es el corazón del hogar, pero subrayó que quien protege ese corazón y preserva la vida es el padre, a través de su silencio y trabajo. Explicó que el padre, aun sin escuchar de manera explícita la palabra de Dios, intuye su llamado y responde a él. “Cuida la vida del niño y de la madre; aunque no escuche la palabra de Dios, la intuye, es como un sueño, una forma de imitar a la Sagrada Familia”, expresó.
Asimismo, el obispo advirtió que la sociedad actual atraviesa un proceso de deterioro, influenciado principalmente por el dinero y el materialismo. “La sociedad se está encaminando mal”, afirmó. Lamentó que el ruido constante de la vida moderna impida escuchar la voz del Señor. “Hay chismes, susurros, murmullos y habladurías; ese es el ruido que nos rodea, marca nuestra existencia y nos incapacita para escuchar la voz de Dios”, señaló. Ante ello, exhortó a los padres de familia a escuchar ese clamor que brota del silencio y del corazón, afirmando que allí se manifiesta la voz divina, sin necesidad de grandes revelaciones.
Monseñor Carrión también emplazó a los fieles a aprender a escuchar la voz de Dios en medio del bullicio y la confusión cotidiana. “En medio de tanto ruido y barullo, hay que saber escuchar esa voz, pues solo así estaremos verdaderamente en su presencia”, explicó. Añadió que todos están llamados a defender y salvaguardar a Dios en una sociedad que, con frecuencia, pretende excluirlo para seguir su propio camino.
Finalmente, en el marco de la Fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, recordó que la santidad se construye en la vida diaria, a través del respeto mutuo, el perdón y el agradecimiento, valores esenciales para fortalecer la familia y la convivencia social.