Marilyn Lanza reconoció que los procedimientos internos retrasaron decisiones clave y destacó la importancia de la dignidad y el respeto hacia la familia y el menor Emmanuel Esteban Álvarez Zúñiga
En un acto cargado de emotividad, la presidenta de la Sociedad de Beneficencia Pública de Puno, Marilyn Lanza, pidió disculpas públicas por las trabas burocráticas que dificultaron la atención oportuna en el caso del menor Emmanuel Esteban Álvarez Zúñiga (nombre con el que será recordado el menor de 3 años de edad encontrado sin signos vitales a un costado de la carretera del centro poblado de Jayllihuaya), reconociendo que los procedimientos administrativos muchas veces deshumanizan la labor institucional.
Expresó su pesar y solidaridad con la familia que acogió al menor, destacando la importancia de reconocer su nombre y apellidos como un acto de dignidad y respeto en medio del dolor.
“La burocracia es lo más terrible que se pueda pasar como institución”, manifestó, señalando que este tipo de situaciones deben llevar a una profunda reflexión.
La representante de la Beneficencia señaló que este tema ya había sido conversado con anterioridad entre profesionales involucrados, pero lamentó que los procesos internos y la falta de agilidad institucional hayan retrasado decisiones importantes, en ese sentido, reconoció el desprendimiento y compromiso humano mostrado por los profesionales y estudiantes Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional del Altiplano que acompañaron a la familia adoptiva en este difícil momento.
Finalmente, Marilyn Lanza hizo un llamado a la reflexión colectiva, no solo a nivel institucional sino también social, exhortando a que casos como el de Emmanuel Esteban Álvarez Zúñiga sirvan para replantear el verdadero propósito del servicio público y evitar que la burocracia vuelva a anteponerse a la condición humana.
