En Sábado Santo, el obispo de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, Jorge Carrión Pavlich, recordó los pasajes bíblicos de la Tumba de Jesús después de la crucifixión. Algunas mujeres seguidoras del Señor, conociendo donde había sido enterrado el Salvador, fueron al sepulcro, pero al llegar a ella, encontraron que la tumba estaba vacía; un Ángel anunció que el que ha muerto ha resucitado.
Resucitado “el Ángel ha dicho a sus discípulos que vayan a Galilea que lo van a ver (Jesús)” en la reflexión, el obispo explica que hay una razón especial, es que Jesús vivió la mayor parte de su vida en Galilea, un pueblo que estaba impregnado del espíritu pagano.
“¿Qué significan estos pasajes?” – se preguntó el obispo – y responde “mucho” y relacionando con el tiempo actual donde padecemos de la pandemia del coronavirus Covid 19 – el obispo – resalta que tenemos miedo al confinamiento, al dolor, a lo desconocido y nos olvidamos de la fe.
“Estamos en un tiempo donde estamos acongojados, sufrimos las circunstancias de la epidemia, el confinamiento en nuestras casas. Cuánto nos cuesta entender el confinamiento, hay un dolor intacto. Lo mismo que sucedió con las mujeres (en la Tumba de Jesús)” dijo el obispo.
Pero al encuentro con Jesús en Galilea se recupera la fe. “Si realmente somos creyentes y seguidores de Cristo, esa fe nos puede llevar a un cambio mental y de estructuras. Jesús hace cambiar la estructura mental de los discípulos” reflexionó el monseñor Jorge.
¿Por qué Jesús después de resucitado no invitó a sus discípulos a la conocida Jerusalén? ¿por qué citó a la pagana y desconocida Galilea?, el obispo da a entender que tenemos que salir de la certeza de lo conocido de nuestras vidas a lo desconocido, porque con la fe es ahí donde nos encontremos con nuestro Señor.
“Hay que saber tener fe, nos va a ayudar a pedir al Señor que nos proteja de la epidemia; que nos ampare, que cuide de nosotros” señaló el obispo, al tiempo de precisar que no solo debemos pensar en nosotros sino en aquellos pueblos que sufren la epidemia “tenemos que abrir la visión al universo, convertirnos en rezadores por el mundo entero” dijo.