En el pasaje bíblico de San Marcos, relata la fe de una mujer pagana cananea – cuya hija está poseída de un espíritu maligno – y le pide ayuda a Jesús. La mujer que se encuentra en una posición de desventaja de no ser judía y rompe las barreras de lo social, político para encontrarse con Jesús.
La mujer pagana cayó de rodillas a Jesús y le dice Señor hijo de David ten piedad de mí. Jesús que tenía principios judíos, responde “qué grande es tu fe, que se cumpla tu deseo”. Jesús entendió que el llamado de la Salvación no solo es para el pueblo de Israel, sino para toda la humanidad.
En reflexión al Evangelio, el obispo de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, Jorge Carrión Pavlich, pidió dejar de trazar límites sobre los demás, sobre nosotros. Eliminar barreras que construimos, los muros en la fe; en la convivencia mutua. Motivó a abrirnos al misterio de Dios.
“Hay que atreverse a mirar más allá, para cruzar fronteras, para estar a la altura de nuestra responsabilidad” dijo monseñor, recordando a la mujer pagana que por su fe encontró la Salvación de Jesús, para su hija. “Debemos dar testimonio vivo de nuestra esperanza y nuestra fe. Que Dios se dirige a todas las personas sin excepción” reflexionó el obispo.
Por último, en este tiempo de pandemia, pidió a los feligreses cuidarse los unos con los otros. También dijo que la salud está en nuestras propias manos y depende de cada uno de nosotros.