El gerente de la Beneficencia de Juliaca, Junta Condori Churata, señaló que la carencia de recursos económicos y de profesionales especialistas hace que la beneficencia sea sólo considerada como casa de refugio.
Señaló que caso contrario serían considerados como una casa de rehabilitación dónde se devolvería a las personas a las calles previo tratamiento y recibirían a otros que así lo ameriten.
Añadió que en la actualidad cuentan con 23 personas con alteraciones mentales y ancianos, los cuales reciben periódicamente atención integral por parte de profesionales de salud.
Finalmente dijo que este tipo de atenciones se realizan durante el año a fin de garantizar el buen estado de salud de estas personas abandonadas por la sociedad.