En la homilía de la misa dominical, el párroco del templo San Juan Bautista de Puno, reverendo Carlos Alberto Londoño, invitó a la feligresía a imitar la actitud de María y Jesús, siempre obedientes al gran proyecto de Dios, al reflexionar el episodio de las bodas de Caná cuando Jesús transformó el agua en vino.
Explicó que, la transformación del agua en vino significa para los cristianos la alegría, una alegría que representa a Jesús, “Dios quiere lo mejor para nosotros, nos quiere felices” ya que “la alegría que Jesús deja en el corazón es plena, es alegría desinteresada”, indicó.
Recordó que, con Jesús la vida del cristiano siempre va de menos a más, “nuestra vida espiritual cada día es mejor”, expresó el párroco. Asimismo, explicó que, María la virgen nos invita a reconocer que Jesús es portador de la alegría, el entusiasmo, “con Jesús todos nuestros proyectos llegan a un feliz término”, indicó.
Alberto Londoño, reflexionó que, la vida del cristiano sin Jesús muchas veces termina en la nada, a pesar de todos los esfuerzos, es por ello que – recordó que el hijo de Dios nos impulsa a seguir adelante, a pesar de todas las dificultades, “con Jesús siempre vamos en ascenso”, replicó el reverendo.