Muchas familias se consolidaron en Pandemia, pero muchas otras soportaron en desventaja la crisis sanitaria y económica Señor Jesús, el peso de la cruz te ha hecho caer. El peso de nuestro pecado, el peso de nuestra soberbia te derriba. Pero tu caída no es signo de un destino adverso, no es la pura y simple debilidad de quien es despreciado.
Señor, ayúdanos porque hemos caído. Ayúdanos a renunciar a nuestra soberbia destructiva y, aprendiendo de tu humildad, a levantarnos de nuevo. Señor, ayúdanos porque hemos caído. Ayúdanos a renunciar a nuestra soberbia destructiva y, aprendiendo de tu humildad, a levantarnos de nuevo.
Al igual que Jesús, varias familias cayeron a consecuencia de la Pandemia de la COVID 19, quienes fueron afectados en su estabilidad económica y emocional. Familias enteras tuvieron que reinvertirse para generar ingresos económicos y llenar la canasta en casa.
Una comerciante, a pesar de la emergencia sanitaria y económica, salió a las calles a comercializar frutas, verduras y otros productos, para mantener a su familia.
Otra comerciante que fue afectada por la Pandemia, nos recuerda que a pesar de la crisis que tuvieron, buscaron alternativas para generar ingresos económicos para su familia. “Nos tuvimos que cambiar de negocio porque, los productos que vendíamos ya no salían” dijo
A la crisis sanitaria y económica se sumó la “crisis emocional” emocional.
Bertha Hualpa, Psicóloga quien colabora con nosotros desde hace mucho, recordó que la pandemia tuvo impacto en la parte emocional de las familias, jóvenes y niños. En ese momento todos hablaban de un regreso a la nueva normalidad.
Nos recuerda que la célula fundamental de la sociedad es la familia. Por ello; debemos fortalecer emocionalmente a cada uno de sus integrantes, destinando responsabilidades en el hogar para consolidar la misma y reducir los efectos ante cualquier suceso.
