Obispo Castrense, recordó que el policía y el militar deben velar por la gobernabilidad del Estado y la democracia
Después de dos años de restricciones, el obispo Castrense del Perú, monseñor Juan Carlos Vera Plasencia, inició su labor pastoral por diversas regiones del país. Esta semana estuvo en Puno, participando de algunas celebraciones eucarísticas, sacramentales, de evangelización y asistencia espiritual a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
Insistió que, después de dos años de restricciones, una buena cantidad de los efectivos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas participaron de los santos sacramentos celebrados durante estos días, no sólo en Puno, sino también en Pomata, Santa Rosa, Challapalca y otros lugares de la jurisdicción castrense.
Si bien es cierto en Puno hay un capellán del ejército, pero ahora también se ha designado a Alex Cano Arce como agente pastoral de la macro región para brindar asistencia y preparación espiritual a los miembros de la Policía Nacional.
El obispo Castrense, recordó que los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional siempre han buscado la paz, “de entablar el diálogo entre el mundo político y la población”. Insistió que la tarea de la policía y del militar no es fácil, en algunos casos no saben si van a regresar a casa, “la oración es importante”, expresó.
Recordó que el policía y el militar deben velar por la gobernabilidad del Estado y la democracia. Finalmente, dijo que en los siguientes días continuará su labor pastoral en otras regiones del país, a partir de agosto estará en el norte y en septiembre visitará la región de Arequipa y adyacentes.