Es importante que los padres de familia puedan generar amor propio en sus hijos, para que no puedan auto dañarse. Además, deben aprender a amar a Dios y al prójimo sobre todas las cosas, para que jamás atenten contra la vida de los demás, explicó Amparo Pilco Pilco, responsable del área de evangelización de radio Onda Azul.
La templanza es una virtud que está relacionado con el control y el auto control de impulsos, emociones y actitudes frente a los placeres y cosas ilícitas que se presentan en la vida. Por ello es necesario que se ponga en práctica en los niños para que en un futuro puedan discernir entre lo bueno y lo malo, detalló.
El ir contra tu vida y de los demás es irracional, por eso se debe enseñar a los hijos a controlar sus emociones de enojo y tristeza, dándole un espacio para que respire, se calme y razone sobre la actitud que está asumiendo ante cualquier situación difícil.
“Lo más importante en nuestras vidas es Dios, si amamos a Dios vamos aprender amar al prójimo, y si amamos al prójimo jamás vamos a atentar contra su vida, la familia es la fuente primordial donde se puede trabajar sobre los afectos y el apego” dijo.
Recordó que San Ignacio de Loyola dijo que “debemos amar a Dios por sobre todas las cosas del mundo”, en ese marco es importante que los niños y niñas aprendan a tener apegos buenos y no apego a cosas materiales; como por ejemplo el dinero.
