El Canciller de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, Alex Cano, indicó que, en los registros de hermandades que pertenecen a la Iglesia Católica, se desconoce a la hermandad “15 de Agosto Virgen de Cancharani”.
Así mismo, señaló que, se viene recibiendo muchas llamadas telefónicas de la feligresía, dando a conocer que existen personas que se quieren apropiar del santuario de la Virgen de Cancharani y el perímetro de la explanada donde también se desarrolla el concurso de Sikuris con fines exclusivamente económicos y no de fortalecer la palabra de Dios.
“Desde el año de 1953, en el periodo de gobierno de la iglesia de Monseñor Julio González Ruiz para adelante, siempre se ha tenido la apertura de recibir a toda la feligresía en Cancharani, sin embargo, quienes quieren apropiarse de este bien son los mismos que cobran las limosnas, las misas, estipendios, pero no se sabe a dónde va este dinero porque no ingresa a la Iglesia católica”, detalló.
En la misma línea, resaltó que se tiene en el archivo de la Diócesis, todo lo concerniente a la construcción del Templo de Cancharani, razón por la cual pertenece a la juridificación de la parroquia San Antonio de Padua, motivo por el cual los sacerdotes franciscanos han atendido por más de 30 años las celebraciones litúrgicas, sin embargo, se viene reportando que esta supuesta “hermandad” habría contratado a otro sacerdote, del cual no se tiene conocimiento alguno.
“Me van a disculpar los hermanos que pertenecen a esta hermandad mediante registros públicos, pero no están legalizados por la Iglesia católica. Esto no lo hacemos con el ánimo de generar controversia, pero se tienen que respetar las normas de la Iglesia”, manifestó.
Entre tanto, precisó que, el día de hoy llegó a la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, una programación por parte de la “Hermandad 15 de agosto”, la cual es totalmente desconocida por la Iglesia católica.
Finalmente, exhortó a las personas a no dejarse sorprender por terceros que están intentando apropiarse y lotizando los terrenos del santuario de la Virgen de Cancharani, así como también intentando vender puestos en la explanada y contratar a sacerdotes falsos que se prestan a esto solamente por un ámbito eminentemente económico.