Santa Rosa de Lima, una mujer dispuesta a ayudar a las personas más vulnerables. Instaló una posta médica en su propia casa para curar de las personas. Luego de 50 años, Isabel Flores de Oliva fue canonizada por la Iglesia Católica.
El sacerdote de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, Carlos Miguel Mestanza, narró sobre la canonización, vida y la misión de Isabel Flores de Oliva o Santa Rosa de Lima, en ese sentido indicó que inicialmente ella no era religiosa, pero sí una mujer dispuesta a ayudar a las personas más vulnerables, sobre todo a los enfermos.
Así mismo narró que desde muy pequeña siempre dedicó su tiempo a colaborar con lo que podía, como instalar una posta médica en su propia casa para curar de las personas que no podían acudir a un establecimiento hospitalario debido a su poca economía, entre otros aspectos importantes, por lo que, en vida, por gran parte de la ciudadanía limeña y a nivel mundial, se le consideraba como una santa.
“Las muy pocas personas que convivían con ella cotidianamente, contaron que frecuentemente se le veía en oración profunda, prácticamente en un arrobamiento para estar junto a Cristo y a través de él continuar con el trabajo que ella hacía”, dijo.
Respecto a la fecha 30 de agosto, el día en que se la recuerda a nivel nacional, Carlos Miguel Mestanza, dijo que en este día el católico está llamado a vivir la misa por ser una fiesta de precepto o fiesta de guardar, “hay que tener presente que Isabel Flores de Oliva fallece a los 31 años de edad un 24 de agosto de 1617, pero por cuestiones costumbristas nacionales se recuerda cada 30 de agosto”, detalló.
Entre tanto, resaltó que luego de 50 años, recién Isabel Flores de Oliva fue canonizada por la Iglesia Católica, sin embargo, ya desde los 20 años de edad fue reconocida popularmente por la población como una verdadera santa.
