El Parque Nacional Huascarán está al borde de la destrucción, con más de 1000 hectáreas ya devoradas por el fuego
Luciano Teófilo Delgado, de 78 años, perdió la vida en medio del fuego que arrasa con todo a su paso en la región de Áncash. Su cuerpo, marcado por las quemaduras, fue encontrado por los bomberos en lo que alguna vez fue su hogar, en el Centro Poblado de Huanja, distrito de Jangas. Con él, ya son cuatro las vidas que han quedado consumidas por las llamas.
Las cenizas cubren el suelo de Áncash. En lo que va del año van 227 incendios forestales, destruyendo más de 4750 hectáreas de naturaleza, bosques, y los sueños de quienes han dedicado su vida a la tierra.
El Parque Nacional Huascarán está al borde de la destrucción, con más de 1000 hectáreas ya devoradas por el fuego. No hay personal suficiente, no hay recursos. “Posiblemente este año superemos las 5 mil hectáreas quemadas en el parque”, dijo Edson Ramírez, especialista que ve cómo todo a su alrededor se convierte en cenizas. Hasta el jefe del parque ha tenido que enfrentarse al fuego, sin nadie que lo respalde.
Luciano Delgado es solo una de las tantas víctimas. Este último jueves 12 de setiembre un poblador en Pampas, también perdió la vida, atrapado por las llamas mientras intentaba salvar su tierra. Dos vidas perdidas en menos de 48 horas.
Las cifras día a día aumentan, pero detrás de cada número hay familias que lloran, pueblos enteros sumidos en el dolor. No podemos seguir perdiendo vidas, no podemos seguir viendo cómo nuestra tierra se reduce a cenizas.