El expresidente alega ser víctima de persecución política y niega todas las acusaciones en su contra.
En su alegato final durante el juicio por el caso Interoceánica, el expresidente Alejandro Toledo defendió su inocencia, asegurando que no participó en ningún acto de corrupción. Según Toledo, las acusaciones en su contra son infundadas y forman parte de una estrategia para desacreditar su imagen, enfatizó que nunca recibió sobornos ni favoreció a empresas durante su mandato.
Toledo también argumentó que es víctima de una persecución política orquestada por sus adversarios, el exmandatario aseguró que la justicia peruana está siendo utilizada como herramienta de venganza, y señaló que las pruebas presentadas en su contra carecen de fundamento sólido. Asimismo, hizo un llamado a respetar el debido proceso y a no emitir juicios anticipados.
Por último, el exjefe de Estado reiteró que confía en que la verdad saldrá a la luz y pidió que se considere su legado en la lucha contra la corrupción durante su gobierno. Toledo se mostró confiado en que el tribunal reconocerá su inocencia al evaluar las evidencias y testimonios presentados.
