Simpatizantes del exmandatario exigen el fin de las acciones legales contra Morales y presionan al gobierno de Luis Arce en un contexto de bloqueos y tomas de cuarteles.
En Bolivia, unos 200 militares fueron retenidos por seguidores de Evo Morales en Cochabamba, quienes demandan el cese de la «persecución judicial» contra el exmandatario y la renuncia del presidente Luis Arce. La situación, marcada por bloqueos y tomas de cuarteles, refleja la creciente tensión entre simpatizantes de Morales y el actual gobierno.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denunció que los manifestantes tomaron tres unidades militares y retuvieron armas y municiones. Sin embargo, líderes indígenas afirman que los efectivos no son rehenes, sino que se encuentran bajo «vigilancia» para impedir el ingreso de refuerzos.
Esta crisis aumenta la presión sobre Arce para restaurar el orden, mientras se teme una posible orden de arresto contra Morales por supuestos delitos. La situación refleja divisiones profundas dentro del oficialismo en Bolivia.