El presidente de Corea del Sur Yoon Suk-yeol pide perdón y deja su futuro en manos de su partido


presidente de Corea del Sur
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Tras declarar y revocar la ley marcial, Yoon Suk-yeol enfrenta una creciente presión política y social que podría culminar en su destitución

El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha generado una crisis política en el país tras declarar la ley marcial el pasado martes, una medida que revocó solo horas después debido a la preocupación generalizada y los inconvenientes que causó a la ciudadanía. En un emotivo discurso, Yoon ofreció sus disculpas al pueblo surcoreano por la confusión y el temor que provocó su decisión, que fue tomada en un contexto de urgencia. “Pido sinceras disculpas por causar preocupación e inconveniencias a la ciudadanía”, expresó el mandatario desde su oficina presidencial, en su primera aparición pública desde la revocación de la ley marcial.

Yoon también asumió la plena responsabilidad por la medida, afirmando que no eludirá las consecuencias legales ni políticas derivadas de su decisión. Además, dejó claro que no habrá una “segunda ley marcial” y garantizó que su gobierno no recurriría nuevamente a este tipo de medidas. Sin embargo, el mandatario anunció que entregará el control de la situación política y la estabilización del país a su partido, el Partido del Poder Popular (PPP), en medio de un creciente malestar social y político.

Este giro ha agudizado la presión sobre Yoon, quien enfrenta una posible moción de destitución en la Asamblea Nacional programada para este mismo sábado. La moción requerirá el respaldo de dos tercios de la cámara, lo que implicaría que el bloque opositor, que cuenta con mayoría parlamentaria, necesitaría el apoyo de al menos ocho votos de su propio partido para que la destitución sea aprobada.

A pesar de las críticas internas dentro de su propio partido, en las que se cuestiona la falta de justificación para la declaración de la ley marcial, el jefe del PPP, Han Dong-hoon, ha pedido la “inmediata suspensión” de Yoon de sus funciones para proteger al país y a su pueblo. Según Han, la dimisión del presidente parece “inevitable”, y el partido deliberará sobre la mejor forma de proceder antes de la votación parlamentaria.

Este inesperado giro en la política surcoreana pone al presidente Yoon en una situación crítica, con su futuro político pendiendo de un hilo y la nación observando de cerca los próximos pasos que tomará su gobierno.