Un avión de Jeju Air se estrelló en el Aeropuerto Internacional de Muan, dejando solo dos sobrevivientes y una nación en shock tras el peor desastre de aviación civil en Corea del Sur
La mañana de ayer domingo 29 de diciembre del 2024 quedará marcada por la tragedia más grave en la historia reciente de la aviación surcoreana. Un avión Boeing 737-800 de la aerolínea de bajo costo Jeju Air, que volaba desde Bangkok a Muan, se estrelló al intentar un aterrizaje de emergencia después de un impacto con aves, dejando 179 muertos y solo dos sobrevivientes. El vuelo 7C2216 transportaba 181 personas a bordo, entre ellos 85 mujeres y 84 hombres, además de 10 personas cuya identidad de género aún no ha sido confirmada. El pasajero más joven tenía tres años, y el más mayor, 78.
El desastre comenzó poco antes de las 9:00 de la mañana, cuando el piloto del avión, con más de 6.800 horas de vuelo, informó a la torre de control sobre su intención de realizar un aterrizaje de emergencia, tras recibir una alerta por el impacto de aves. Un minuto después de la notificación, el piloto envió una señal de socorro y fue redirigido a la pista 19 del Aeropuerto Internacional de Muan. Sin embargo, un mal funcionamiento en el tren de aterrizaje, que no pudo ser desplegado debido a la avería, dificultó el aterrizaje. El avión se salió de la pista y colisionó con las barreras de seguridad y el muro exterior del aeropuerto.
Un dramático video que circuló en las redes sociales mostró al avión deslizándose por la pista en llamas, sin las ruedas desplegadas, antes de estrellarse y convertirse en una bola de fuego.
Los sobrevivientes:
De las 181 personas a bordo, solo dos miembros de la tripulación lograron sobrevivir, siendo rescatados en la parte trasera del avión, que fue consumido por las llamas. Las labores de rescate, que involucraron a más de 1.500 efectivos de emergencia, continuaron durante el día para recuperar los cuerpos entre los restos calcinados. Según los informes, la parte del avión que aún se mantenía con algo de forma era la cola, mientras que el resto del fuselaje quedó irreconocible.
Investigación en curso:
El Gobierno surcoreano ha asignado todos los recursos necesarios para esclarecer las causas del accidente. Las primeras investigaciones apuntan a que el impacto de las aves podría haber causado un fallo en el motor, lo que llevó a un incendio y afectó los sistemas hidráulicos del avión, incluidos los mecanismos del tren de aterrizaje. Sin embargo, el mal funcionamiento se produjo demasiado rápido, lo que impidió tomar medidas adicionales como vaciar el combustible para un aterrizaje más seguro. Las pistas del aeropuerto de Muan permanecerán cerradas durante una semana mientras las autoridades investigan las causas del desastre.
Conmoción nacional e internacional:
El accidente ha conmocionado a toda Corea del Sur, ya que se trata del peor desastre aéreo en el país desde 1997. La tragedia también ha captado la atención internacional, especialmente en Tailandia, donde viajaban dos ciudadanos, cuyas familias han expresado su dolor por la pérdida. El primer ministro tailandés, Paetongtarn Shinawatra, expresó sus condolencias y prometió brindar apoyo a las víctimas.
En medio del desastre, el director ejecutivo de Jeju Air, Kim E-bae, se presentó ante los medios de comunicación con una disculpa pública, asegurando que el avión se encontraba en perfectas condiciones antes del vuelo. No obstante, el accidente ha colocado bajo estricta vigilancia a la aerolínea, que lleva 20 años operando vuelos internacionales de bajo costo en Asia.
Solidaridad en tiempos de crisis:
El gobierno surcoreano, encabezado por el presidente interino Choi Sang-mok, ha declarado la zona como área especial de desastre y ha brindado apoyo a los afectados. Mientras tanto, las familias de las víctimas han tenido que enfrentar el dolor de perder a sus seres queridos en un accidente tan inesperado, mientras los medios de comunicación y los periodistas se agolpaban en el aeropuerto, generando indignación en algunos de los familiares que pidieron respeto y privacidad en su momento de luto.
Este trágico accidente ha dejado una cicatriz profunda en la comunidad surcoreana y en el mundo de la aviación, mientras las autoridades continúan investigando los detalles de lo sucedido para evitar futuras tragedias.