Desde el siglo VI, ya se utilizaban las velas, las candelas y que a raíz de estos sagrados instrumentos es que se va cambiando poco a poco la denominación de la “presentación, fiesta de la luz” a la “Fiesta de la Virgen de la Candelaria”
Hoy, desde las 9:30 horas de la mañana se dio inicio al programa “Fiesta de la Luz”, conducido por Amparo Pilco, integrante de Radio Onda Azul, quien inició este primer programa reflexionando sobre la solemnidad religiosa en honor a la Virgen María bajo su advocación mariana de la Candelaria y sus orígenes en Puno.
En ese sentido detalló que, la Virgen de la Candelaria, toma su nombre de la fiesta de la Candelaria o también conocido como la fiesta de la luz que tuvo origen en el Oriente con el nombre del “encuentro” y se fue extendiendo hasta Occidente alrededor del siglo XI, llegando hasta Roma, donde las celebraciones eran con un carácter penitencial. Otras teorías que se manejan es que las primeras celebraciones se iniciaron en la antigua Roma, donde se realizaba una procesión de las candelas en medio de la fiesta de los Lupercales.
Lo cierto es que cual fuese el origen, años más tarde se unió a la liturgia de la presentación de Jesús, asociada a los cirios, antorchas y candelas encendidas en las manos de los fieles.
Señaló además que, desde el siglo VI, ya se utilizaban las velas, las candelas y que a raíz de estos sagrados instrumentos es que se va cambiando poco a poco la denominación de la “presentación, fiesta de la luz” a la “Fiesta de la Virgen de la Candelaria”.
Agregó además que, es importante recordar que, luego del nacimiento del Niño Jesús, trascurren 80 días. De acuerdo con la ley judía que regía en esa época, es que cada primogénito tenía que ser llevado al templo para ser presentado, al igual que la madre, quien acudía para ser purificada. Es así que un 2 de febrero, la virgen María acude al templo para hacer un sacrificio y presentar a nuestro salvador, motivo por el que la Iglesia, toma esta fecha para celebrar la presentación de nuestro creador ante el mundo y la purificación de nuestra madre.
“Estos son los dos motivos tan importantes por los que se tiene esta denominación y esta fecha, que no han sido escogidas al azar, sino que representan hechos que deben de quedar marcados en nuestras memorias y corazones de todos los católicos”, reflexionó Amparo Pilco.