El obispo de Puno resaltó que la devoción es una actitud de respeto y consideración, pero la fe es mucho más profunda
Durante la Octava Misa de Novena en honor a la Virgen María de la Candelaria, el obispo de la Diócesis de Puno, monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlish, invocó a la feligresía a colar en el centro de nuestra vida a la madre de nuestro Salvador, además de tomar más en serio la fe y devoción que tanto se habla en estos días con acciones y no solo con palabras momentáneas.
Resaltó que la devoción es una actitud de respeto y consideración, pero la fe es mucho más profunda, ya que como Abraham es confiar ciegamente en Dios, pese a todas las circunstancias que se nos presenten a lo largo de nuestras vidas.
Así mismo, mencionó que es oportuno pedir que Dios nos conceda la gracia de la verdadera fe, y también que este mismo regalo sea concedido a todo el altiplano, por los gobernantes y por todos los que tienen una responsabilidad por los demás, para que no todos los éxitos que se puedan tener se reflejen simplemente en el tema económico, sino que se refleje en la unión de todos los hijos de María, sin odio ni rencor.
Reflexionó, además, que estamos llamados a seguir el camino de la Virgen María quien debe de ser considerada como una columna al pie de la cruz, ya que, indudablemente haciendo eco a la profecía de la salvación, pero al mismo tiempo partida por la espada de dolor, se encontraba sólida, fuerte y sobre todo aferrada y fiel a la fe de Dios para la salvación del mundo.
Motivo por el cual, monseñor Pedro Carrión Pavlish, enfáticamente señaló que, como verdaderos hijos de nuestra santa madre, no podría tratarse a la santa imagen de María, como una figura cualquiera, tampoco una estampita que va por aquí y por allá, ya que la santa imagen nos recuerda que María es madre, y como discípulos debemos de saber acogerla y cuidarla, “María no es un juguete, solo puede ser considerado de esa manera por aquellos que no consideran que ella no es madre, no es columna, no es signo de salvación”, expresó.
