El rescate del pequeño Jesús Mateo se complica por la falta de equipos especializados, mientras autoridades coordinan una operación urgente.
Un dramático suceso ha conmocionado a los pobladores de Orellana, en el distrito de Vargas Guerra, Ucayali. Un bebé de aproximadamente un año y medio, identificado como Jesús Mateo, cayó a un pozo tubular de más de 15 metros de profundidad. La tragedia ocurrió esta mañana alrededor de las 6:00 a.m., cuando el pequeño, que seguía a su padre por un terreno en el barrio San Isidro, cerca del río Ucayali, perdió el equilibrio y cayó al pozo sin que su progenitor pudiera evitarlo.
Los vecinos, ante la falta de equipos de rescate especializados, iniciaron una labor heroica para salvar al niño, excavando un pozo paralelo con herramientas rudimentarias. A pesar de las condiciones difíciles, los pobladores lograron constatar que el niño sigue con vida. Sin embargo, tras más de siete horas de esfuerzos ininterrumpidos, la falta de recursos y logística complicaba cada vez más las labores de rescate.
El pozo tiene un diámetro de entre 35 y 40 centímetros, lo que hace extremadamente difícil el acceso para rescatar al menor. Los pobladores han solicitado con urgencia la llegada de un helicóptero para trasladar a bomberos y otros rescatistas profesionales, temiendo que el niño pueda haber perdido el conocimiento y necesite atención médica inmediata. La zona, ubicada en la frontera con Brasil, cuenta con pocos efectivos policiales y sin el equipamiento necesario para este tipo de emergencias.
Ante la desesperación de la comunidad, el Ministerio del Interior (Mininter) coordinó el envío de dos helicópteros de la Embajada de Estados Unidos desde Pucallpa para asistir en el rescate. A las 12:50 p.m., una comitiva de rescate conformada por personal de Bomberos, Indeci y DICAPI llegó al lugar y comenzó las operaciones para liberar al pequeño Jesús Mateo, quien continúa luchando por su vida.
Fuente: Infobae