Mientras crece el hambre en el país, el Palacio gasta S/439 mil en comida en solo tres meses


Palacio gasta 439 mil soles en comida

El Despacho Presidencial de Dina Boluarte registró un gasto récord en alimentos entre enero y marzo de 2025, mientras más de 17 millones de peruanos sufren inseguridad alimentaria

En un contexto de creciente inseguridad alimentaria en el Perú, el Despacho Presidencial de Dina Boluarte registró un gasto récord de S/439,302.20 en alimentos durante el primer trimestre de 2025. Esta cifra supera los montos desembolsados en el mismo periodo de 2023 y 2024, consolidando una preocupante tendencia al alza.

El dato fue difundido por el analista de datos Juan Carbajal a través de la red social X, donde mostró que los pagos mensuales por alimentación superaron los S/140 mil de manera constante entre enero y marzo. En comparación, en el primer trimestre de 2023 se gastaron S/423,246.71 y en 2024, S/418,784.45.

Este incremento se produce mientras más de la mitad de la población peruana —según la FAO— padece inseguridad alimentaria moderada o severa, lo que posiciona al Perú como el país más afectado de Sudamérica en este aspecto. En redes sociales, la indignación ciudadana ha crecido, al considerarse desproporcionado este gasto estatal frente a la difícil realidad de millones de familias que no pueden alimentarse adecuadamente.

Un aspecto llamativo del informe es que casi la mitad del presupuesto fue adjudicado a una sola empresa: Inversiones Jeanbe EIRL, que recibió S/204,075.70. Junto a otras dos compañías —Frigorífico Paredes SAC y Comercial Gómez y Cosio SAC— concentran más del 63% del total ejecutado, lo que ha despertado cuestionamientos sobre los procesos de contratación y la transparencia en la elección de proveedores.

Entre los productos adquiridos figuran carnes, mariscos, frutas, verduras, embutidos, bebidas, abarrotes y productos procesados. Las compras detalladas incluyen más de S/78 mil en verduras, S/62 mil en carne de res y cerdo, S/30 mil en pescado, y S/25 mil en bebidas, entre otras.

Este contraste entre el nivel de gasto en Palacio y la realidad nacional ha encendido el debate sobre las prioridades del Gobierno, la ética del gasto público y la desconexión con las necesidades urgentes de la población.

Fuente: Infobae