Defensa de Ollanta Humala presenta hábeas corpus para anular condena de 15 años por lavado de activos


Ex presidente del Perú

Abogado Wilfredo Pedraza argumenta que la lectura anticipada de la sentencia viola el debido proceso, al no haberse emitido aún el documento oficial del fallo

Lima, Perú. La defensa del expresidente Ollanta Humala presentó un recurso de hábeas corpus con el objetivo de anular la condena de 15 años de prisión efectiva que le fue impuesta por el delito de lavado de activos. Según el abogado Wilfredo Pedraza, exministro del Interior y actual representante legal de Humala, la medida judicial busca revertir lo que consideran una vulneración al debido proceso, dado que la lectura de la sentencia se realizó sin contar con el documento escrito oficial.

“Nos vimos obligados a presentar un hábeas corpus, no por un tema de libertad inmediata, sino porque el Tribunal Constitucional ya ha establecido que una sentencia no puede ejecutarse si no existe el documento que la respalde”, explicó Pedraza en declaraciones a la prensa. A su juicio, el fallo fue “arbitrario e inconstitucional” al haberse adelantado verbalmente la decisión judicial.

Humala fue trasladado al penal de Barbadillo luego de que el Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional lo hallara culpable, junto a su esposa Nadine Heredia, de haber recibido dinero ilícito vinculado a una organización criminal durante su campaña presidencial. Ambos fueron sentenciados a 15 años de prisión, y la ejecución de la pena fue inmediata.

En paralelo, se dispuso la captura de otros implicados. Nadine Heredia buscó asilo en la embajada de Brasil en Lima, junto a su hijo menor. El gobierno brasileño concedió el asilo diplomático y puso a disposición una aeronave para su salida del país, lo cual fue autorizado por la Cancillería peruana.

Otros condenados incluyen a Ilan Heredia y Mario Torres Aliaga, quienes aún no han sido ubicados. Asimismo, varios implicados recibieron penas suspendidas o fueron absueltos al no hallarse pruebas suficientes en su contra.

Fuente: La República