Unas 45.000 personas se congregaron en la Plaza de San Pedro durante horas, mientras el mundo católico sigue expectante al resultado del cónclave en la Capilla Sixtina
Este martes por la noche, cerca de 45.000 personas se reunieron en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, para presenciar el momento clave en la elección del nuevo Papa: la esperada señal de la chimenea de la Capilla Sixtina. Sin embargo, pasadas las 9:00 p.m. (hora local), lo que emergió fue una fumata negra, símbolo de que aún no se ha alcanzado consenso entre los cardenales electores.
El humo negro, inicialmente esperado hacia las 7:00 p.m., mantuvo en tensión a los fieles durante más de dos horas. A pesar de la larga espera, el ambiente estuvo cargado de esperanza, emoción y recogimiento espiritual. Entre los presentes, se encontraba una pareja española recién comprometida, Marta y Guillermo, quienes calificaron la experiencia como “un sueño”. “Estar aquí y vivir esto juntos, siendo católicos, es algo que no le pasa a cualquiera”, dijeron.
Desde España también llegó un grupo de 40 religiosas, entre ellas Sor María y Sor Julia, quienes aseguraron que, para ellas, presenciar el cónclave es “un regalo”. “El nuevo Papa será el que el Espíritu Santo quiera, el que necesita la Iglesia en este momento”, afirmó Sor Julia con profunda convicción.
También hubo peregrinos de otras partes del mundo, como Matheus, un artista brasileño que coincidió su viaje por la Bienal de Venecia con este momento histórico en Roma. “Estoy aquí por tercera vez, pero nunca había vivido algo así. Es emocionante”, señaló.
Mientras tanto, millones de fieles alrededor del mundo permanecen atentos a cada señal desde el Vaticano, esperando el momento en que el humo blanco anuncie que hay un nuevo sucesor de San Pedro, acompañado del tradicional grito de: ¡Habemus Papam!
Fuente: ACI Prensa