Radio Onda Azul: memoria viva de la radiodifusión puneña


En una emotiva entrevista, Jaime Ardiles Franco revela los orígenes poco conocidos de la emblemática emisora puneña y destaca su papel pionero en la radiodifusión regional desde antes de 1958.

En el marco de un nuevo aniversario de Radio Onda Azul, se vivió una jornada de evocación y memoria junto a uno de los protagonistas de su historia. En ese entender Jaime Ardiles Franco, compartió en una emotiva entrevista detalles inéditos y reveladores sobre los orígenes de este medio emblemático del altiplano.

Don Jaime, testigo directo del surgimiento y evolución de la emisora, recordó que Onda Azul nació antes de su reconocimiento oficial por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones en 1958. “Surgió aproximadamente entre ocho y nueve años antes, en calidad de transmisiones de prueba, como era legalmente permitido entonces”, explicó.

Contrario a la creencia popular de que nació en condiciones precarias, Ardiles puntualizó: “Radio Onda Azul tuvo desde el inicio un prototipo de pleno equipamiento. Un auditorio de primer nivel, cabinas modernas, micrófonos con pedestal, señales de luz y hasta una pianola. No fue una habitación humilde; fue una apuesta seria y ambiciosa por la comunicación regional”, detalló.

En sus recuerdos también figura el primer administrador, Juan Mayma Loaiza, personaje clave en la etapa inicial, aunque poco reconocido hasta hoy. Destacó que esta radio fue pionera en competir con emisoras bolivianas que, en aquella época, dominaban la región en tecnología y contenido.

Sobre el local original, refirió que su fundación se dio en el jirón Conde de Lemos, donde hoy se encuentra la residencia del obispo. “Ahí estaban las cabinas, el gran auditorio, y también la vivienda del monseñor Alberto, primer obispo vinculado a la radio. Un hombre de edad avanzada, reservado, pero con pasión por la radio”, dijo.

Finalmente, Ardiles rememoró las dificultades técnicas de la época. “El servicio eléctrico en Puno solo funcionaba de 6 p.m. a 9 p.m. en ciertos sectores. Sin embargo, Onda Azul se adaptaba: entrábamos al aire a la hora del Ángelus, con programas como ‘La hora del apóstol’, el rosario y otros contenidos grabados en discos inmensos”.

A más de seis décadas de su reconocimiento oficial, Onda Azul no solo sigue en pie, sino que ha consolidado su rol como voz de la comunidad puneña, especialmente en las zonas rurales. Como dice Don Jaime: “Onda Azul no ha claudicado, sigue con esa vocación de servicio y compromiso con el desarrollo de Puno”.