Con más de 600 años en pie, la emblemática torre de la dinastía Ming se vino abajo apenas dos meses después de finalizar los trabajos de reacondicionamiento. Las autoridades investigan negligencia técnica
Un ícono de la arquitectura tradicional china, la Torre del Tambor de Fengyang, colapsó parcialmente este 19 de mayo luego de una reciente y costosa restauración valorizada en medio millón de dólares. La estructura, construida en 1374 durante la dinastía Ming, resistió guerras, terremotos y siglos de historia, pero no logró soportar una intervención moderna que ahora es investigada por posible negligencia técnica.
Las impactantes imágenes del momento fueron captadas por testigos, quienes vieron cómo una parte del techo se vino abajo en cuestión de segundos, liberando una gran nube de polvo. No se reportaron heridos, pero la conmoción fue inmediata entre visitantes y autoridades culturales del país.
Un legado arquitectónico derrumbado por el descuido
La Torre del Tambor, de 46 metros de altura, estaba ubicada en el corazón del antiguo complejo urbano de Zhongdu, ciudad natal del primer emperador de la dinastía Ming, Hongwu. Durante siglos, su función fue ceremonial, militar y cívica, marcando el ritmo de vida urbana con el sonido de sus grandes tambores. También era un atractivo turístico clave de la provincia de Anhui.
En octubre de 2023, comenzaron los trabajos de restauración para reemplazar tejas y reforzar zonas afectadas por el paso del tiempo. Las obras concluyeron en marzo de 2024 y fueron financiadas con más de 3,4 millones de yuanes. Pero apenas dos meses después, parte del techo colapsó. Una de las primeras sospechas apunta al uso de materiales modernos, como hormigón armado, que no respetaban la integridad histórica de la edificación original.
Investigación y cierre del sitio patrimonial
La Oficina de Cultura y Turismo de Fengyang activó inmediatamente los protocolos de emergencia, clausuró el acceso a la torre, desplegó barreras de seguridad y convocó a un comité técnico para determinar las causas exactas del colapso. Según reportes preliminares, la zona afectada habría sido una adición no patrimonial incorporada en los años 90.
El gobierno local ha exigido explicaciones a los responsables de la restauración y evalúa reformar los protocolos de conservación del patrimonio cultural para evitar que hechos similares se repitan. Expertos también han criticado la falta de rigor científico y técnico en las recientes intervenciones arquitectónicas en sitios históricos.
Aunque se iniciaron labores para asegurar la estructura y reparar los daños, aún no se ha anunciado una fecha oficial de reapertura del monumento.