Vecinos de Cuesta Blanca podrían acceder a agua potable y desagüe en menos de un año si se concretan acuerdos técnicos y apoyo vecinal
La espera de los vecinos del sector Cuesta Blanca para acceder a los servicios de agua potable y desagüe podría llegar a su fin en un plazo estimado de 8 a 10 meses, siempre y cuando se concrete la colaboración activa de la población y se superen ciertos aspectos técnicos y administrativos, según informó Luis Aguilar, gerente de la Empresa Municipal de Saneamiento (EMSA) Puno.
Durante una entrevista telefónica con Radio Onda Azul, Aguilar explicó que, si bien el área aún no cuenta con habilitación urbana, ya se han dado pasos para incluir una tubería de aducción, es decir, de transporte de agua, mas no de reparto domiciliario como parte del proyecto vial que ejecuta el Gobierno Regional hacia Ventilla. Este componente permitirá proyectar futuras conexiones de agua hacia la zona norte de la ciudad, lo que representa un avance importante para la cobertura del servicio.
El funcionario indicó que, ya existen conversaciones con los vecinos, quienes estarían dispuestos a donar un terreno para la instalación de un reservorio. Esta colaboración, junto con la disposición de EMSA Puno para buscar alternativas tecnológicas viables, permitiría concretar una solución en menos de un año, siempre que se mantenga la coordinación y voluntad entre las partes.
Sin embargo, advirtió que si se opta por realizar un proyecto completo bajo el convenio 25 (que implica estudios y trámites más complejos), el proceso podría extenderse por varios años.
“No se puede instalar infraestructura sanitaria sobre una vía tipo 4, como la que se está construyendo en la zona. Por ello, se requiere la disposición de espacios alternativos y legalmente viables”, precisó.