Tres militares del Batallón de Ingeniería VI en Pando son acusados de agredir sexualmente a una teniente mientras estaba inconsciente
La Fiscalía de Bolivia investiga a tres militares del Batallón de Ingeniería VI, ubicado en la región amazónica de Pando, por la presunta violación sexual de una teniente mientras estaba inconsciente, en un caso que ha conmocionado al país. Según la denuncia, los implicados habrían grabado el ataque con un teléfono móvil, lo que complicó aún más la gravedad de los hechos.
El incidente ocurrió el pasado 20 de diciembre durante un evento social organizado en el cuartel. La víctima, una teniente del Ejército, relató que, tras consumir bebidas alcohólicas con sus compañeros de unidad, perdió el conocimiento. Cuando despertó al día siguiente, se encontraba en la oficina de un coronel, sin ropa interior y cubierta con un mantel, mientras uno de los acusados estaba en el mismo lugar sin camiseta. Los investigadores también encontraron pruebas médicas que corroboran la agresión sexual, como un certificado forense, así como declaraciones de testigos que estuvieron presentes ese día.
El fiscal de Pando, Freddy Durán, informó que dos de los militares implicados ya han sido aprehendidos y serán presentados ante la autoridad jurisdiccional. «Contamos con pruebas sólidas, como la declaración de la víctima y el testimonio de testigos», aseguró Durán, quien también añadió que las imágenes grabadas durante el ataque aumentan la gravedad del delito.
La víctima, quien inicialmente no denunció el hecho por vergüenza y temor a las represalias, relató que los involucrados en la agresión difundieron rumores maliciosos en su contra para evitar que hablara. Según la Fiscalía, la denuncia fue presentada por la teniente el lunes pasado, tras meses de silencio y presión.
Este caso, que ocurrió en un contexto de consumo de alcohol, ha generado indignación y exigencias de justicia tanto dentro como fuera de las Fuerzas Armadas bolivianas. En 2024, la Fiscalía boliviana recibió miles de denuncias de abuso sexual, lo que subraya la alarmante prevalencia de estos delitos en el país.
El caso también ha puesto de manifiesto el temor que enfrentan las víctimas de abuso sexual en instituciones como el Ejército, donde las dinámicas de poder y el miedo a las represalias dificultan la denuncia de estos hechos. La investigación continúa y se espera que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos.
