“El afán de consumir transforma la Navidad en una celebración vacía de sentido espiritual”, reflexionó el obispo de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno.
A pocos días de celebrarse la Navidad, el espíritu de recogimiento y reflexión que tradicionalmente caracterizaba esta festividad parece verse opacado por el consumismo, la publicidad y la presión social por comprar regalos y participar en excesos materiales; así lo advirtió Monseñor Jorge Carrión Pavlich, obispo de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, durante una reciente entrevista a través de Radio Onda Azul.
Según precisó, la Navidad ha sido progresivamente reducida a una celebración externa, asociada al intercambio de regalos, la abundancia de comida y el gasto económico, dejando de lado su significado central el cual radica principalmente en el nacimiento de Jesucristo y el mensaje de amor, esperanza y redención que representa para la humanidad.
“El espíritu navideño no puede confundirse con luces, compras o banquetes. La verdadera Navidad es una alegría interior, profunda, que nace del reconocimiento de que Dios se hace hombre por amor”, señaló.
El obispo también alertó que la lógica del mercado ha transformado esta celebración en una temporada de alto movimiento económico, donde el éxito se mide por la capacidad de consumo. Esta visión, afirmó, ha debilitado valores esenciales como la solidaridad, la vida familiar y el compartir fraterno, que históricamente fueron el centro de la festividad.
Asimismo, destacó que antiguamente la Navidad se vivía con mayor sencillez como la asistencia a la misa, la reunión familiar y una comida modesta eran suficientes para celebrar. Hoy, en cambio, existe una presión social que genera frustración, endeudamiento y competencia, especialmente entre quienes no pueden acceder a los estándares impuestos por el mercado.
Finalmente, Monseñor Carrión hizo un llamado a recuperar el verdadero sentido de la Navidad, comenzando por el tiempo de Adviento, como un periodo de preparación espiritual y reflexión personal, “la Navidad no se compra, se vive”, enfatizó.