El agente cultural José Morales señaló que debates sobre danzas compartidas con Perú buscan distraer a la población y reavivar discursos nacionalistas en momentos de crisis política.
En los últimos meses, diversas expresiones culturales y danzas de origen compartido entre Perú y Bolivia han vuelto a ser tema de controversia en el vecino país altiplánico, así lo dijo el agente cultural José Morales, al tiempo de dar a conocer que estos debates sobre aspectos culturales no responden únicamente a una preocupación patrimonial o identitaria, sino que estarían siendo utilizados con fines políticos para distraer a la población y despertar reacciones nacionalistas.
Recordó que muchas de las danzas que hoy generan disputa entre ambos países nacen de una raíz histórica común, “en su momento todos éramos parte del Alto Perú, un solo virreinato. Es lógico que compartamos expresiones similares caso de personajes como el pepino o el Kusillo tienen un origen universal vinculado al bufón o payaso festivo presente en distintas culturas del mundo”, dijo.
Sin embargo, precisó que constantemente se viene visualizando algunos actores en Bolivia como el representante de La Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore (Obdefolk) entre otros que estarían manipulando estos temas con intereses políticos, “ya lo hemos visto antes, casualmente cuando un gobierno pierde respaldo, resurgen estos discursos culturales nacionalistas para cohesionar a la población y desviar la atención de los verdaderos problemas. Recordemos que existió una situación similar en 2019 con la polémica por la diablada, en momentos en que el entonces presidente Evo Morales atravesaba una crisis de legitimidad”, precisó
Finalmente, Morales exhortó a que desde el Perú se fortalezca la documentación y difusión de las tradiciones locales, con base histórica y académica a fin de evitar estar inmiscuidos en debates que no tienen las bases técnicas ni históricas correspondientes.