El fenómeno de desapariciones sigue afectando a la región, con un alarmante porcentaje de niños y adolescentes entre los desaparecidos
Este domingo 25 de mayo se conmemora el Día Mundial de los Niños Desaparecidos, una fecha establecida en 1983 tras la desaparición del menor Etan Patz en Estados Unidos y que, desde entonces, busca visibilizar una realidad dolorosa pero persistente: la desaparición de menores.
Darwin Mejía Sucasaire, miembro de la Veeduría Mirada Ciudadana de Puno, destacó que la desaparición de niños, niñas y adolescentes sigue siendo un fenómeno constante en la región de Puno. Según datos del sistema SITPOL de la Policía Nacional, solo en lo que va del año 2024 se han reportado 644 personas desaparecidas, de las cuales 323 son menores de edad y, específicamente, 33 son niños. Del total, 319 personas fueron ubicadas, 179 menores de edad y únicamente 14 niños han sido hallados hasta ahora.
“También tenemos una data de enero a marzo del presente año 2025, donde ya han desaparecido 199 personas, de las cuales 90 son menores de edad y, de ellos, 5 son niños. Se ha ubicado a 98 personas, 50 menores y de ellos, 3 niños. El 60% de las personas desaparecidas han sido ubicadas, pero ¿qué pasa con el otro 40%? Ese vacío es donde debemos intervenir como sociedad”, señaló.
Darwin Mejía advierte que muchas desapariciones están vinculadas a delitos graves como la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, en los que Puno figura entre las tres regiones con mayores índices. Uno de los casos recientes más alarmantes ocurrió en el distrito de San Gabán, donde un adolescente desaparecido fue hallado en un establecimiento nocturno, víctima de trata.
Asimismo, refirió que ahora se permite denunciar desapariciones de inmediato, sin necesidad de esperar 24 o 48 horas, como ocurría años anteriores. Esta legislación, impulsada tras la trágica muerte de un niño con autismo, busca garantizar una acción rápida por parte de las autoridades. Sin embargo, aún persisten obstáculos institucionales, como el desconocimiento por parte de algunos efectivos policiales o el prejuicio hacia adolescentes desaparecidas.