Manifestantes lo tildaron de “traidor” por convocar a una mesa de diálogo con el Gobierno a un día del paro nacional
Una nueva escena de tensión política se vivió en la Plaza San Martín de Lima. El alcalde provincial de Pataz, Aldo Mariños, fue rechazado y obligado a retirarse por manifestantes que se encontraban en el lugar, luego de que se conociera su reunión con el presidente de la República, José Jerí.
El burgomaestre llegó al centro de la capital luego de haber sostenido un encuentro con el mandatario, tras el cual convocó a diversos sectores sociales a participar en una “mesa de diálogo” con el Ejecutivo. Esta reunión fue anunciada para el martes 14 de octubre, apenas un día antes del paro nacional convocado para el 15 de octubre.
Sin embargo, este llamado al diálogo no cayó bien entre los manifestantes concentrados en la histórica plaza limeña, quienes consideraron su pronunciamiento como una traición al movimiento social. Al ser reconocido, fue abucheado y calificado de “traidor” y “vendido”.
“Es que no queremos diálogo, no hay diálogo acá”, gritó una manifestante mientras el alcalde se retiraba apresuradamente en su vehículo, acompañado por su comitiva.
Un discurso que cambió en 24 horas
Lo que más indignó a los manifestantes fue el aparente cambio de postura del alcalde. Horas antes de su reunión con Jerí, Aldo Mariños había declarado públicamente su apoyo al paro nacional del 15 de octubre, asegurando que se uniría a la movilización.
Sin embargo, tras su encuentro con el nuevo jefe de Estado, su mensaje cambió. Se mostró conciliador y propuso sentarse a dialogar con el Ejecutivo en busca de consensos. Incluso, según algunas fuentes, la reunión con el presidente habría terminado con un café de por medio, lo que fue percibido por los protestantes como un gesto de cercanía política inaceptable.
Clima de desconfianza y polarización
La reacción ciudadana en Plaza San Martín refleja el creciente descontento hacia los representantes políticos que, a juicio de muchos, están cediendo ante un Gobierno que consideran ilegítimo o desconectado de las verdaderas demandas del pueblo.
La falta de un gabinete oficial por parte de José Jerí, a más de 48 horas de haber asumido la presidencia, ha alimentado aún más la sensación de incertidumbre y rechazo hacia cualquier intento de diálogo que no sea precedido por acciones concretas de cambio o justicia.
Con el paro nacional a la vuelta de la esquina, el país se encuentra en un punto crítico, donde cada gesto de un actor político puede ser interpretado como una señal de respaldo o traición.