El país registra cerca de diez mil nuevos diagnósticos al año mientras las brechas en la Amazonía, especialmente en Condorcanqui, revelan un avance acelerado del virus y la necesidad urgente de respuestas comunitarias y mayor financiamiento.
La situación del VIH en el Perú ha vuelto a generar preocupación tras la difusión de cifras que muestran un incremento significativo de diagnósticos en regiones de la Amazonía, especialmente en Amazonas, que hoy presenta la mayor incidencia por cada cien mil habitantes. Aunque el país registra alrededor de diez mil nuevos diagnósticos de VIH al año con un descenso temporal durante la pandemia, especialistas advierten que las brechas sanitarias en zonas rurales y comunidades indígenas dificultan el control oportuno de la infección.
Los voceros del sector salud señalan que el 95% de las transmisiones se produce por vía sexual y que la infección afecta principalmente a jóvenes entre 20 y 34 años. Asimismo, la distribución por sexo evidencia que por cada mujer con VIH se infectan tres hombres y medio. Si bien Lima concentra el mayor número absoluto de casos debido a su población, es Amazonas la región que lidera la incidencia, situación que ha encendido alertas entre autoridades locales y nacionales.
El incremento más acelerado se registra en la población Awajún de la provincia de Condorcanqui, donde la prevalencia alcanza el 1,8%, seis veces más que el promedio nacional de 0,3%. Los diagnósticos pasaron de 204 en 2023 a 410 en 2024, y solo ese año se contabilizaron 605 nuevos casos en Bagua y Condorcanqui, de los cuales el 77% corresponde a población Awajún. De acuerdo con la Red Integrada de Salud de Condorcanqui, la incidencia provincial llega al 4%, una cifra que demanda intervenciones comunitarias urgentes y estrategias culturalmente adaptadas.
A este panorama se suma una crisis global de financiamiento que, según organismos internacionales, debilita los programas de prevención y limita el acceso a servicios de salud para grupos vulnerables. Las organizaciones alertan que los países no pueden sostener la respuesta al VIH únicamente con recursos nacionales y exhortan a la comunidad internacional a reforzar la cooperación, eliminar barreras legales y priorizar el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno. En el marco del Día Mundial del Sida, el llamado apunta a sostener el liderazgo político y fortalecer el rol de las comunidades en la respuesta frente a la epidemia.