Según el SINADEF, el país enfrenta un preocupante incremento en la violencia, lo que plantea desafíos significativos para la seguridad pública y la prevención del delito.
En 2024, Perú ha registrado un alarmante aumento en los homicidios, superando ya la cifra total del año anterior, según datos del Sistema de Defunciones (Sinadef). Este incremento en la violencia ha generado preocupación entre las autoridades y la población, quienes demandan medidas más efectivas para combatir la criminalidad. La situación es especialmente crítica en diversas regiones del país, donde el sicariato y otros delitos violentos se han vuelto más frecuentes.
Las estadísticas revelan que, en comparación con el año pasado, los homicidios han aumentado significativamente, lo que pone de manifiesto la necesidad de una respuesta contundente por parte del gobierno. Las autoridades locales han señalado que la falta de recursos y la ineficacia de las políticas de seguridad han contribuido a este escenario. Además, la percepción de inseguridad entre los ciudadanos ha crecido, afectando su calidad de vida y generando un clima de temor.
Frente a esta crisis, expertos sugieren que es fundamental implementar estrategias integrales que aborden no solo la represión del delito, sino también las causas subyacentes de la violencia, esto incluye mejorar la educación, crear oportunidades laborales y fortalecer las instituciones encargadas de la seguridad, sin una acción coordinada y sostenida, el panorama de violencia en Perú podría agravarse aún más, afectando a todos los sectores de la sociedad.