Bolivia afronta elecciones presidenciales con mínima diferencia entre candidatos y alto nivel de indecisión


Elecciones presidenciales en Bolivia
Elecciones presidenciales en Bolivia

Los comicios del 17 de agosto se desarrollarán en un clima de expectativa e incertidumbre, marcado por la crisis económica, cambios en el alto mando militar y la posibilidad de una segunda vuelta.

Este domingo 17 de agosto, Bolivia vivirá unas elecciones presidenciales que muchos analistas consideran históricas, en medio de un complejo panorama político y social. Al respecto, la directora ejecutiva de la Red Herbol, Inés González, señaló que existe gran expectativa, pero también marcada incertidumbre, debido a que los dos principales candidatos de oposición mantienen apenas un 1% de diferencia en las encuestas, sin superar el 30% de apoyo, mientras que un 30% del electorado se mantiene indeciso o planea votar en blanco o nulo.

Indicó que diversos analistas plantean el posible fin del ciclo de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), que ha dirigido el país por dos décadas, dejando como saldo una crisis económica marcada por la escasez de combustibles, la falta de dólares y un tipo de cambio oficial fijo frente a un mercado negro con precios duplicados. Asimismo, advirtió sobre actitudes antidemocráticas de algunas organizaciones sociales que han manifestado que no permitirán que un gobierno opositor asuma el poder.

Otro factor que genera inquietud es el reciente cambio total del alto mando militar y policial a solo días de los comicios, todos en condición de interinos, lo que ha despertado suspicacias sobre las motivaciones del presidente saliente.

A ello se suma la convocatoria del expresidente Evo Morales a votar nulo, lo que podría influir en el resultado final, especialmente entre el electorado juvenil, que representa el 30% del padrón, pero que muestra escaso interés por la política y poco compromiso con las propuestas de los candidatos.

En cuanto a las propuestas, González remarcó que la mayoría de aspirantes han centrado su discurso en medidas económicas de corto plazo, sin plantear reformas estructurales o una transformación ética y moral del país.

Finalmente, precisó que las próximas elecciones apuntan a que ninguno de los postulantes alcanzará mayoría absoluta, por lo que se podría adelantar una segunda vuelta. Sin embargo, la gran incógnita es si el día después de la elección Bolivia podrá asumir los resultados con calma y garantizar un proceso democrático transparente. “Esperamos que no existan panoramas negativos en nuestro país, ya que ello traería consecuencias altamente preocupantes, principalmente en lo económico”, dijo.