El gobierno boliviano implementa medidas de seguridad en las fronteras para controlar el tráfico de productos básicos y activa el «Plan Soberanía».
Bolivia ha puesto en marcha un plan estratégico que incluye la movilización de militares y la instalación de trincheras en sus fronteras, con el objetivo de detener la fuga de alimentos y controlar el aumento de precios que afecta a la población. Esta medida surge en respuesta a la creciente preocupación por el desabastecimiento y la especulación en los mercados, que han llevado a un incremento significativo en el costo de productos esenciales.
El despliegue militar en las fronteras busca interceptar el contrabando de alimentos hacia países vecinos, lo que ha sido identificado como una de las principales causas del desabastecimiento interno. Señalan que las operaciones se realizarán en tres espacios: en zonas fronterizas con Perú, Chile, Argentina y Brasil, además de fortalecer el control aduanero. La venta ilegal de alimentos ha exacerbado el aumento de los precios en Bolivia.
Además, el gobierno ha instado a los productores y comerciantes a colaborar en la regulación de precios y a evitar prácticas especulativas que agraven la situación económica. Con estas medidas, Bolivia espera estabilizar su mercado interno y garantizar el acceso a alimentos a precios justos, protegiendo así a las familias más vulnerables en medio de la crisis.