Bolivia se paraliza: crisis de combustibles y bloqueos agravan el colapso económico


Los cortes de ruta, impulsados por sectores afines a Evo Morales, han provocado desabastecimiento, inflación y pérdidas millonarias, afectando la producción, el empleo y la estabilidad del país.

Bolivia atraviesa una profunda crisis económica y social, agravada por bloqueos de carreteras y una escasez crítica de combustibles. Estos bloqueos, promovidos por sectores afines al expresidente Evo Morales, han paralizado el transporte y la distribución de bienes esenciales, generando pérdidas económicas estimadas en 1.700 millones de dólares y afectando a más de 39.000 industrias formales. La situación ha provocado un aumento del 30% en los precios de alimentos y ha puesto en riesgo cerca de 600.000 empleos, según la Cámara Nacional de Industria de Bolivia.

La escasez de diésel y gasolina ha impactado gravemente al sector agropecuario, especialmente en Santa Cruz, donde el 90% de las tierras cultivables dependen de estos combustibles para operar maquinaria agrícola. La falta de suministro ha impedido la siembra de cultivos clave como soya, maíz y arroz, poniendo en peligro la seguridad alimentaria del país para 2025. Además, los bloqueos han interrumpido las rutas de distribución de productos, generando pérdidas económicas significativas y aumentando la inflación en el mercado de alimentos.

En respuesta a la crisis, el gobierno del presidente Luis Arce ha implementado medidas como el teletrabajo, clases virtuales y la reducción del uso del parque automotor del sector público. Sin embargo, estas acciones han sido consideradas insuficientes por diversos sectores, que exigen soluciones más efectivas para garantizar el abastecimiento de combustibles y estabilizar la economía. La falta de divisas y la disminución de la producción de hidrocarburos han exacerbado la situación, llevando al país a una crisis de liquidez que afecta tanto a la población como a la actividad productiva.