El pasado 9 de mayo, el Ministerio de Cultura del Perú declaró a dicha danza como patrimonio cultural de la nación, y esta decisión provocó la pronta reacción del país vecino de Bolivia, ya que, miles de ciudadanos bolivianos expresaron su disconformidad en redes sociales.
Este pronunciamiento se dio mediante un comunicado por parte del Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización de Bolivia, en el que señala que, dichas danzas forman parte del Carnaval de Oruro-Bolivia, proclamado por la UNESCO en el 2019. Por lo que reclaman, este patrimonio cultural como propio de Bolivia.