Cuatro integrantes de una familia fueron sentenciados por extraer oro sin autorización y contaminar el río Ramis, tras la exitosa intervención de la Fiscalía Mixta de Huancané
En una histórica sentencia, un clan familiar que operaba de manera ilegal en la minería en Puno fue condenado en segunda instancia por el delito de minería ilegal agravada. La decisión fue tomada por la Segunda Fiscalía Superior Penal de San Román, confirmando la pena dictada en primera instancia por la Fiscalía Provincial Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Puno.
Los sentenciados, Natalia Condori y Jaime Flores, recibieron una condena de ocho años y dos meses de prisión efectiva, mientras que Nicolás Sencia y Estanislao Sosa fueron sentenciados a cinco años y cinco meses de cárcel. Los cuatro familiares estaban involucrados en actividades ilegales de extracción de oro en el sector Mosoq Minas, en el distrito de Ananea, sin contar con la debida autorización de la Dirección Regional de Energía y Minas de Puno.
Utilizando maquinaria pesada y chutes, el clan generaba vertimientos contaminantes directos al río Ananea, un afluente del río Ramis, provocando la destrucción de pastizales y bofedales naturales. La investigación, liderada por el fiscal Federico Chávarry Cuno, demostró que no solo operaban sin licencia, sino que causaban graves daños ambientales que afectaban tanto a los ecosistemas acuáticos como terrestres.
La Fiscalía reafirma con esta sentencia su compromiso de combatir las actividades ilícitas que destruyen el medio ambiente y ponen en riesgo el bienestar de las comunidades cercanas.