«Solo el 19% del caudal pasa por Colombia»: investigador advierte sobre la desaparición funcional del Amazonas en Leticia y urge diálogo con Perú
«Hay que recuperar el río, sentarse con Perú, porque es un río binacional», declaró Santiago Duque, investigador y profesor experto en la cuenca del Amazonas, durante una entrevista emitida el 6 de agosto de 2025 en un medio colombiano.
A solo cinco años de 2030, el futuro de Leticia capital del departamento del Amazonas en Colombia está en jaque. Según Duque, coordinador del Laboratorio de Gestión de Humedales de la Universidad Nacional, la ciudad podría perder completamente su acceso funcional al río Amazonas, con consecuencias devastadoras en todos los niveles: económico, social, ambiental y hasta geopolítico.
Un río que ya no es colombiano
Basado en un modelo realizado por la Armada Nacional en 2018, Duque explicó que actualmente solo el 19% del caudal del Amazonas pasa por territorio colombiano. En 1993 era el 30%. El fenómeno se debe a un proceso natural de sedimentación que ha favorecido progresivamente a la ribera peruana, lo que ha dejado brazos del río inutilizables en Colombia durante la mayor parte del año.
«Cuando un río fluye más lento, deposita sedimentos. Esos sedimentos forman playas, luego vegetación, luego islas», detalló. Este proceso lleva más de cuatro décadas en curso y amenaza actividades esenciales como el transporte fluvial, el turismo, la pesca y el comercio binacional.
Leticia, entre el abandono y el aislamiento
Las consecuencias de este cambio geográfico van más allá del acceso visual al río. La desaparición funcional del Amazonas implica la pérdida del sustento para miles de personas, especialmente comunidades indígenas y ribereñas que dependen de la pesca y la agricultura.
Duque advirtió que el régimen de inundaciones del Amazonas es clave para fertilizar los suelos y permitir el tránsito de peces desde los Andes, sosteniendo así un equilibrio vital. Si se rompe ese ciclo, Leticia perdería no solo su principal fuente de ingresos, sino también su identidad como ciudad amazónica.
«Estamos perdiendo el ingreso al río más grande del mundo», lamentó el académico, quien también criticó que proyectos como la ampliación del malecón en Leticia serían inútiles frente a una nueva realidad geográfica: «Tristemente, vamos a tener que poner unos binóculos allí para poder ver el río».
Más allá de Santa Rosa: una frontera en disputa
Aunque el debate diplomático reciente se ha enfocado en la isla Santa Rosa, Duque enfatiza que este no es el centro del conflicto: “La isla no se está moviendo como tal. Cambia su forma, pero no es el origen del conflicto”. El verdadero problema, afirma, es que los mapas actuales ya no reflejan la geografía real del río.
La solución, según el investigador, no es confrontación, sino cooperación. Urge un diálogo serio entre Colombia y Perú para reorganizar el territorio, actualizar los acuerdos fronterizos y reconocer que el Amazonas es un bien compartido: “El río Amazonas es de todos”, puntualizó.
Conclusión: una llamada urgente a la acción
El mensaje de Santiago Duque es claro y contundente: si los gobiernos no actúan pronto, Colombia podría perder para siempre su conexión directa con el Amazonas. No se trata solo de defender una frontera, sino de garantizar la supervivencia y la dignidad de Leticia y sus habitantes.