Comandante de la PNP celebraba en un bar mientras mineros estaban secuestrados en Pataz


Comandante de la PNP
Comandante de la PNP

Víctor Zanabria festejaba su cumpleaños en el Hotel Bolívar mientras el país buscaba a 13 trabajadores desaparecidos. La denuncia del secuestro había sido reportada cuatro días antes

El comandante general de la Policía Nacional del Perú, Víctor Zanabria Angulo, fue captado celebrando su cumpleaños el pasado 30 de abril en un bar del Hotel Bolívar, en pleno Centro de Lima. El hecho ocurre mientras el país vivía la desesperada búsqueda de 13 mineros secuestrados en la provincia de Pataz, La Libertad, un hecho que fue denunciado oficialmente el 26 de abril y que culminó en una tragedia: los cuerpos sin vida de los trabajadores fueron hallados el 4 de mayo.

El programa Panorama difundió un video donde se observa a Zanabria en compañía de dos abogadas y una fiscal de Lima Norte, conversando animadamente y riendo en un ambiente festivo. La fecha y el contexto han generado gran indignación, ya que en paralelo se desplegaban operaciones en una zona declarada en estado de emergencia.

La contradicción en la narrativa oficial agudiza la crisis. El mismo día de la supuesta celebración, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, declaraba ante la prensa que el Ejecutivo no tenía información verificada sobre el secuestro, y que Minera Poderosa había descartado que se tratara de su personal. No obstante, esta versión fue refutada por el general de la PNP Óscar Llerena, jefe policial de La Libertad y Áncash, quien confirmó que sí se presentó una denuncia formal por el secuestro en las comisarías de la zona.

Ante el impacto de los asesinatos, el Gobierno Regional de La Libertad ha solicitado formalmente al Ejecutivo decretar el estado de sitio en Pataz, argumentando la total pérdida de control territorial frente a las redes de minería ilegal. En un comunicado, también pidieron al Ministerio Público y al Poder Judicial actuar con urgencia y firmeza:

“Exigimos que se investigue y capturen a los responsables de este acto sanguinario. La justicia debe actuar con todo el peso de la ley y sin titubeos.”

Este nuevo episodio revela no solo una grave crisis de seguridad interna, sino también un preocupante nivel de desconexión entre las máximas autoridades policiales y la realidad de las regiones más afectadas por el crimen organizado.