«¿Cómo voy a abrazarte ahora?» El retrato de un niño palestino mutilado gana el World Press Photo 2025 y conmueve al mundo


El retrato de un niño palestino
El retrato de un niño palestino

La imagen de Mahmoud Ajjour, un niño de 9 años que perdió ambos brazos tras un bombardeo en Gaza, se convierte en símbolo universal del costo humano de la guerra. Fue capturada por la fotoperiodista gazatí Samar Abu Elouf, también refugiada

«Me convertiré en piloto y jugaré al fútbol con mis amigos», decía con firmeza Mahmoud Ajjour a Reuters en septiembre de 2024. Tenía 9 años y una resiliencia tan grande como sus sueños.

Hablaba desde Doha, Qatar, donde fue evacuado con su familia después de un ataque israelí que destruyó su hogar en Gaza. La explosión le amputó un brazo y le mutiló el otro. Hoy, su rostro y su historia recorren el mundo entero: una fotografía suya, tomada por la fotoperiodista gazatí Samar Abu Elouf, acaba de ganar el prestigioso premio World Press Photo 2025.

El retrato muestra a Mahmoud de pie, con la mirada firme, en una postura digna, sin exagerar su dolor pero haciendo imposible ignorarlo. La imagen es silenciosa, pero su grito atraviesa el alma.

«¿Cómo voy a abrazarte ahora?»

Fue la primera pregunta que le hizo Mahmoud a su madre al despertar de la operación en la que perdió ambos brazos. Fue operado en Gaza con recursos médicos extremadamente limitados, sin anestesia adecuada. Su madre, quien no lo abandonó ni siquiera bajo el fuego cruzado, logró llevarlo a un hospital después de encontrar un vehículo estacionado en medio del caos.

Gaza se ha convertido en uno de los territorios con más niños amputados per cápita del mundo, según la UNWRA. La guerra, iniciada el 7 de octubre de 2023 tras un ataque de Hamás que dejó 1.200 muertos y 250 rehenes, ha causado más de 50.000 muertes en Gaza y más de 113.000 heridos.

El encuentro de dos refugiados: una historia compartida

En Doha, el destino de Mahmoud se cruzó con el de Samar Abu Elouf, quien también tuvo que abandonar Gaza en diciembre de 2023. Ambos viven ahora en el mismo complejo de apartamentos. Fue allí donde la fotoperiodista autodidacta, colaboradora de medios como The New York Times y Reuters, conoció a Mahmoud y decidió contar su historia.

«Cuando se dio cuenta de la situación, lo primero que le dijo a su madre fue ‘¿Cómo voy a abrazarte ahora?'», recuerda Samar. La conexión entre ambos fue inmediata. “Empecé a visitar su casa y, a partir de ahí, mi relación con él y su familia realmente comenzó”, relata.

Una imagen que denuncia, sin despojar la dignidad

El jurado del World Press Photo elogió la fotografía por retratar las consecuencias físicas y emocionales de la guerra con humanidad y respeto. Destacaron su composición, el uso de la luz, y sobre todo la dignidad que transmite el niño, sin necesidad de mostrar sufrimiento explícito.

La imagen «plantea preguntas sobre las experiencias que aún le esperan al joven herido, sobre la deshumanización de una región y sobre los ataques a periodistas que intentan documentar esta guerra», sostuvo el jurado.

Sobrevivir y soñar

Hoy, Mahmoud aprende a usar los pies para escribir, usar el celular y hasta abrir puertas. Sueña con tener prótesis para poder jugar al fútbol y vivir como cualquier niño. Mientras tanto, su historia y su imagen ya han dado la vuelta al mundo como testimonio de la infancia rota por la guerra, pero también de una fuerza que conmueve hasta al más indiferente.

«La guerra no ha terminado, y nuestras historias tampoco», dice Samar Abu Elouf. Mahmoud, en silencio, lo grita con la mirada.